lunes, 28 de septiembre de 2009

Ciclista a la vista



En la carretera, la bicicleta es un vehículo más y, como tal, merece ser respetada

A menudo son consideradas por los automovilistas como un elemento discordante en la calzada, que molesta y al que es mejor esquivar. No son ni las retenciones kilométricas, ni los atascos. Tampoco unas obras en mitad de la carretera. Son las bicicletas y quienes las usan: los ciclistas. Deporte y modo de transporte a la vez, andar en bici es para muchos una pasión que, en demasiadas ocasiones, encuentra infinidad de obstáculos: falta de carriles específicos, extensión insuficiente de los actuales, mal estado del trazado con elementos de riesgo como cristales y piedras... Pero, sin duda, la mayor barrera con la que topan es la falta de respeto. No ceder el paso cuando la bici tiene preferencia y no respetar la distancia mínima de adelantamiento son las incidencias más comunes a las que se enfrentan los ciclistas.





Los más vulnerables del asfalto








El coche y la bicicleta están condenados a entenderse, de la misma forma que los turismos, los autobuses y los camiones conviven en las carreteras. ¿Pero saben los conductores y los ciclistas cómo actuar cuando ambos comparten la calzada? Los ciclistas son, junto a peatones y motociclistas, los más vulnerables de las vías. Al menos, así los cataloga la Organización Mundial de la Salud en su último informe. Las cifras de siniestralidad de la bicicleta en las carreteras españolas también dan muestra de ello. Pese al descenso generalizado de víctimas mortales en accidentes de tráfico, los ciclistas han aumentado sus estadísticas en los últimos años: en el periodo 2003-2007, fallecieron un 14% más en las carreteras españolas, frente a un descenso del 29% en el cómputo general de muertes. En total, desde entonces, más de 400 ciclistas han perecido y más de 2.300 han resultado heridos graves.

Un estudio reciente del RACE sobre la situación de los usuarios de bicicletas en España, destaca que durante el año 2007 fallecieron en nuestras carreteras 89 ciclistas, una cifra equivalente a una muerte cada cuatro días. Si se atiende al número total de víctimas, cada tres horas y media un ciclista resultó herido.

En 2007 fallecieron en las carreteras españolas 89 ciclistas, lo que supuso una víctima cada cuatro días

El estudio también revela el tipo de vía en el que tuvieron lugar los fallecimientos: el 75% se produjo en carretera y el resto, en zona urbana. La razón de esta polarización de las cifras es que la bicicleta en España no se emplea demasiado como un medio de transporte con el que moverse por la ciudad, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos como Holanda, Bélgica o Suiza. En nuestro país, es más una práctica deportiva o de recreo que se desarrolla sobre el asfalto.

Casco y reflectantes, imprescindibles

La convivencia entre bicicleta y automóvil es, a menudo, tensa. Los bocinazos o el cruce de palabras son estampas frecuentes. Pero la bicicleta es un vehículo más sobre la carretera y merece todo el respeto del resto de usuarios de las vías. Así lo estipulan las normas de circulación, que rigen el comportamiento sobre el asfalto.

Los ciclistas deben llevar un atuendo que permita distinguirlos a una distancia de, al menos, 150 metros

En cuanto a la seguridad e indumentaria, tanto conductores como ocupantes están obligados a utilizar siempre casco. Sólo se exime de llevarlo en caso de que el trazado incluya rampas prolongadas, cuando el calor sea extremo o si el ciclista tiene una recomendación médica que desaconseje su uso por enfermedad o heridas. Además, hay que usar reflectantes en vías interurbanas siempre que sea de noche o se atraviesen túneles, tal como obliga la ley, e intentar vestir maillots o ropas de colores llamativos. El atuendo debe permitir ser distinguido por otros conductores y usuarios a una distancia de, al menos, 150 metros.

El conductor debe saber que:

· La bicicleta es muy vulnerable y los accidentes pueden llegar a ser letales.

· Es un vehículo más que merece el mismo respeto que coches, autobuses o camiones.

· La circulación de ciclistas en paralelo es una práctica legal. Por eso, no hay que pitarles, ya que circulan sin infringir ninguna norma.

· Hay que ser paciente y esperar la oportunidad para realizar un adelantamiento, siempre hay que dejar 1,5 metros de separación lateral. No se debe abusar del claxon; su uso debería ser sólo para situaciones de emergencia. El "bocinazo" puede asustar y desequilibrar al ciclista.

· Por naturaleza, la bicicleta es un vehículo más ágil y rápido que cualquiera a motor. El conductor debe prestar especial atención a las maniobras de los ciclistas, tanto si estos van por delante como si lo hacen por detrás del coche.

· Se debe mantener la distancia de seguridad si un ciclista precede al vehículo. La capacidad de la bicicleta para frenar es mayor que la de un vehículo, y podría detenerse más rápido de lo esperado.

· Los ciclistas pueden tener prioridad de paso con respecto a los coches y otros vehículos. Cuando se llegue a un cruce, rotonda o semáforo en el que un ciclista tenga preferencia, hay que cederle el paso.

· Autor: Por ROSA CUEVAS

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