El pie es un elemento básico y fundamental de nuestro organismo. Una obra de ingeniería muy compleja compuesta por 28 huesos unidos por numerosos músculos, tendones y ligamentos, formando 6 grandes grupos de articulaciones que son: el tobillo, la articulación subastragalina, la articulación de Chopart, articulación de Lisfranc, articulaciones metatarsofalángicas y articulaciones interfalángicas. En conjunto, estas articulaciones se encargan de acomodar el pie al terreno que pisamos, distribuir el peso y hacer posible la marcha del ser humano.
Los pies son los cimientos del cuerpo cuya misión es sujetar y equilibrar el peso. Un mal apoyo de los pies repercute en el resto del cuerpo, y viceversa, ya que los diversos elementos de dicho cuerpo deben conseguir, aunque sea forzando a que trabajen de forma incorrecta, que las personas mantengan su equilibrio al andar.
Si tenemos en cuenta que andar durante todo el día ejerce sobre nuestros pies una fuerza equivalente a varios cientos de toneladas, no es extraño que muchos dolores de espalda, dolencias de caderas, piernas fatigadas, lesiones musculo-tendinosas o sensación de cansancio en general, tengan su origen en un mal apoyo del pie. Por esta razón, y con más motivo aún los deportistas, se debe tener un cuidado muy estricto del pie, utilizar el calzado adecuado para cada ocasión y conocer su estado general, para si es necesario, tratar de mejorar o prevenir lesiones.
En próximas notas daremos pautas concretas sobre la importancia del cuidado del pie en los deportistas de diferentes disciplinas con estrategias y consejos sobre cómo prevenir lesiones y daños en la estructura del pie con lo que esto conlleva para el resto del cuerpo.
Jose Enrique Grau
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