viernes, 3 de junio de 2011

Ante una lesion es mejor el frío o el calor?


Es la gran pregunta que muchos se formulan tras sufrir una lesión. ¿Qué me pongo frío o calor?; esta cuestión se escucha en consultas a diario en boca de cuantos pacientes acuden con una dolencia o molestia. En el presente artículo se va a determinar cuando y de que manera debemos aplicar frío y/o calor y, aprovechando la coyuntura, explicaré en que consisten los baños de contraste.




La aplicación, tanto del frío como del calor, tiene propiedades antinflamatorias y relajantes, con la ventaja inherente de ser accesibles para cualquier persona y, no presentar los nocivos efectos secundarios de los medicamentos empleados para las mismas funciones.



Efectos del frío y del calor



A) Efectos del FRÍO



El tratamiento con frió se denomina crioterapia y, produce los siguientes efectos:



-Disminuye la temperatura del organismo.



-Disminuye la circulación superficial, enfriando la zona.



-Aumenta el metabolismo; consume grasas e hidratos de carbono.



-Si se aplica durante un intervalo de tiempo corto, se provoca vasoconstricción (cierre de los vasos sanguíneos), para después manifestarse una vasodilatación. Este tipo de exposiciones favorecen a los músculos.



-Si el intervalo de tiempo aplicado es largo se produce vasoconstricción, provocando un aumento de tensión y, disminuyendo la frecuencia cardiaca. Este tipo de exposiciones dificultan la contracción muscular.



-Es antiinflamatorio y analgésico, como se ha descrito previamente.



B) Efectos del CALOR



El tratamiento con calor se denomina termoterapia y, produce los siguientes efectos:



- Aumenta la elasticidad muscular, al extender las fibras que conforman los músculos.



- Reduce la rigidez articular.



- Alivia el dolor, al actuar sobre el sistema nervioso, incrementando el umbral del dolor.



- Alivia los espasmos musculares, al relajar la musculatura.



- Provoca vasodilatación, en un principio cierra los vasos, para luego abrirlos garantizando la nutrición de los tejidos.



- Tiene acción analgésica, antiinflamatoria, y favorece la reabsorción de productos de desecho e inflamaciones de los tejidos.



¿Cuándo aplicar frío o calor?



A) Situaciones en la cuáles se aplica FRÍO:



- Si se presentan traumatismos agudos, es fundamental aplicarlos al instante de producirse la contusión, para aliviar el dolor y evitar la aparición de edema, (efecto analgésico y antiinflamatorio). Los ejemplos más comunes de este tipo de traumatismos son: Esguinces, lesiones musculares, golpes. La aplicación se debe realizar desde el momento en el que se sufre el percance hasta, por lo menos, 48 horas después.



- En quemaduras, aunque en el momento en el que se producen, para reducir la temperatura de la zona. Es importante advertir que no debe aplicarse frío pasado un tiempo, al dificultar la cicatrización,



B) Situaciones en la cuáles se aplica CALOR:



- Si se sufren contracturas y espasmos musculares, al producir un efecto relajante reduciendo la tensión de los componentes del músculo.



- Después de las primeras 48-72 horas de la aparición de un golpe en el músculo (típico bocadillo, roturas de fibras).



- Sobre la piel, en inflamaciones superficiales, como abscesos y flemones.



- Para evitar la rigidez articular.



Formas de aplicación



A) Cómo aplicar FRÍO



- El medio de aplicación más recomendable y económico es la bolsa de guisantes congelados, debido a la fácil adaptación de las mismas a nuestro cuerpo. Otro remedio clásico son los cubitos de hielo, es el método más económico pero presenta una adaptación inferior a nuestro cuerpo. Por último se pueden utilizar “cold packs”, los venden en farmacias y ortopedias, su precio oscila de los 3 hasta 10 euros.



- Nunca debe aplicarse directamente sobre la piel, suele provocar quemaduras. Para aplicarlo de manera correcta y sin riesgo, debemos interponer entre la piel y el foco de frío una servilleta, un trapo, o similar. La sensación térmica tiene que ser de frío, pero no llegar al umbral del dolor, o sentir quemazón.



- El tiempo de aplicación es de 10 a 15 minutos, si se trata de un traumatismo agudo. Se recomiendan aplicaciones de 10 ó 15 minutos cada dos horas.



B) Cómo aplicar CALOR



- Existen diferentes formas de aplicar calor. La más recomendable es la manta eléctrica, mentada en otros artículos. Existen otros medios más caseros y económicos como los trapos o sábanas recién planchadas y, otros más gravosos y efectivos como las bolsas de gel (similar al “cold pack” pero de efecto contrario) calentados previamente al microondas o, al baño maría. También se pueden emplear saquitos de arena, previa elevación de temperatura al microondas.



- Pese a lo evidente de la advertencia, no deben aplicarse temperaturas demasiado elevadas que produzcan dolores o quemaduras, se busca la sensación de calor.



- El tiempo de aplicación puede ser más prolongado que en el caso del frío, a temperaturas razonables obviamente. Para poder aplicarlo largos periodos de tiempo a temperaturas constantes el único método eficaz es la manta eléctrica. A título personal, recomiendo iniciar su aplicación con el selector en la posición “2” y, una vez lograda la temperatura deseada, reducir al “1” para mantener un nivel adecuado y constante, de esta forma podremos prolongar su uso el tiempo que consideremos oportuno.



Baños de contraste



A colación con el tema de aplicación de frío o calor, introduciremos este nuevo concepto, muy aplicado en el tratamiento de todo tipo de inflamaciones producto, por ejemplo de esguinces o periodos de inmovilización prolongados.



La metodología del tratamiento es una combinación de frío y calor. El proceso es simple, se han de llenar dos recipientes con capacidad suficiente para contener las partes de nuestro cuerpo a tratar. El recipiente de aplicación de calor se llena de agua y, se calienta a una temperatura soportable. En el caso del recipiente de frío, reducimos la temperatura del líquido mediante hielos hasta lograr una temperatura igualmente soportable.



Durante el tratamiento, es normal la aparición de enrojecimientos en las zonas sobre las cuales se aplican. La manera de realizarlo sigue las siguientes pautas:



1) Se inserta la zona a tratar en el recipiente de agua caliente durante 3 minutos.



2) Se extrae la zona y se inserta 1 minuto en el recipiente de frío.



3) Se repite el proceso entre 4 y 6 veces, comenzando siempre en caliente y acabando en frío.



Como se puede observar el proceso es sencillo, económico y, eficaz. Si se aplica en los casos mencionados, no presenta efectos secundarios perniciosos.



Fuente: Menesecitas.com

3 comentarios:

  1. David, no dejes nunca de instruirnos; un abrazo.

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  2. Como siempre, muy útil e instructivo. Gracias!
    Un abrazo.

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  3. Para el calor es muy cómodo la bombilla de infrarojos, es muy barata y con un flexo parece que estamos en el fisio.

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