viernes, 1 de marzo de 2013

CORRIENDO CON ARTRITIS

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La artritis reumatoide causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. Puede afectar cualquier articulación. Cuando una rodilla o mano presenta artritis reumatoide, usualmente la otra rodilla o mano también está afectada. Esta enfermedad ocurre a menudo en más de una articulación y puede afectar cualquiera de las articulaciones. La AR puede afectar otras partes del cuerpo además de las articulaciones, como son los ojos, la boca y los pulmones Las personas con esta enfermedad pueden sentir malestares y cansancio, y a veces pueden tener fiebre.
La artritis cursa con dos estadios uno en el cual la enfermedad empeora, y épocas en que se mejoran (remisiones). En los casos más severos, la enfermedad puede durar muchos años o toda la vida. Esta forma de la enfermedad puede causar daños graves a las articulaciones.
Es más frecuente que las mujeres padezcan de la artritis reumatoide que los hombres. Suele comenzar entre los 25 y los 55 años. Se puede padecer de esta enfermedad durante apenas un corto período o los síntomas pueden aparecer y desaparecer. La forma severa puede durar toda la vida.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, lo que significa que esta enfermedad es el resultado de un ataque de su sistema inmunológico a sus propios tejidos.
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¿QUIÉN TIENE ARTRITIS REUMATOIDE?

Cualquier persona puede adquirir esta enfermedad, aunque ocurre con más frecuencia entre las mujeres. La artritis reumatoide comienza a menudo durante la edad mediana, y es más común entre las personas de mayor edad, aunque los niños y jóvenes también pueden tenerla.

¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA ARTRITIS REUMATOIDE?

Los médicos desconocen la causa exacta de la artritis reumatoide. Se sabe que con este tipo de artritis, el sistema inmune ataca a los tejidos de su propio cuerpo. Los investigadores están aprendiendo mucho acerca del por qué y cómo esto sucede. Algunos factores que podrían causar la artritis reumatoide son:
  • los genes (pasados de padres a hijos)
  • el medioambiente
  • las hormonas.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA ARTRITIS REUMATOIDE?

El médico de cabecera o un reumatólogo pueden diagnosticar esta enfermedad. El reumatólogo es un médico que ayuda a las personas con problemas de las articulaciones, los huesos y los músculos. La artritis reumatoide puede ser difícil de diagnosticar porque:
  • no existe una prueba específica para determinar la enfermedad
  • los síntomas pueden ser iguales a los de otras enfermedades de las articulaciones
  • puede tomar algún tiempo para que se presente el cuadro completo con todos los síntomas.
Para diagnosticar la artritis reumatoide, los médicos toman en cuenta los antecedentes médicos, un examen físico, radiografías y pruebas de laboratorio.
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¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO PARA LA ARTRITIS REUMATOIDE?

Los médicos tienen varias opciones para el tratamiento de esta enfermedad. Los objetivos del tratamiento son:
  • eliminar el dolor
  • reducir la hinchazón
  • reducir o detener el daño a la articulación
  • ayudar a las personas a sentirse mejor
  • ayudar a las personas a mantenerse activas.
El tratamiento puede incluir educación al paciente, programas de autocontrol y grupos de apoyo que ayudan a las personas a aprender acerca de:
  • tratamientos
  • ejercicios y métodos de relajación
  • cómo hablar con su médico
  • la solución de problemas.
Estos programas ayudan a las personas a:
  • aprender más acerca de la enfermedad
  • reducir el dolor
  • enfrentarse a las dificultades físicas y emocionales
  • desarrollar más control sobre la enfermedad
  • desarrollar confianza en sí mismo
  • llevar una vida plena y activa.
El tratamiento para la artritis reumatoide puede incluir:
  • cambios en el estilo de vida
  • medicamentos
  • cirugía
  • visitas regulares al médico
  • terapias alternativas.


CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA

He aquí algunas maneras en que usted puede cuidarse:
  • mantenga un buen balance entre el descanso y el ejercicio
  • cuide de sus articulaciones
  • reduzca sus niveles de estrés
  • lleve una dieta saludable.

MEDICAMENTOS

La mayoría de las personas que tienen artritis reumatoide toman medicamentos. Estos pueden ser usados para aliviar el dolor, reducir la hinchazón y para prevenir que la enfermedad empeore. Lo que el médico receta depende de:
  • la salud general de la persona
  • la severidad de la artritis reumatoide
  • la posibilidad de que la enfermedad evolucione a una forma más severa de artritis reumatoide
  • cuánto tiempo la persona estará tomando el medicamento
  • la eficacia del medicamento
  • posibles efectos secundarios.

CIRUGÍA

Existen muchos tipos de cirugía para las personas con daños severos en las articulaciones. La cirugía se usa para:
  • reducir el dolor
  • ayudar a que la articulación funcione mejor
  • ayudar a las personas a llevar acabo sus actividades diarias.
La cirugía no es para todo el mundo. Consulte a su médico acerca de esta opción.

VISITAS DE CONTROL

Visitar a su médico regularmente es importante para evaluar si:
  • la enfermedad empeora
  • los medicamentos están ayudando
  • los medicamentos causan algún efecto secundario
  • se necesita cambiar el tratamiento.
Su tratamiento puede incluir pruebas de sangre, orina, otras pruebas de laboratorio y radiografías.

TERAPIAS ALTERNATIVAS

A veces se sugieren dietas especiales, vitaminas y otras terapias alternativas para el tratamiento de la artritis reumatoide. Algunas terapias ayudan a reducir los niveles de estrés. Muchos de estos tratamientos no son peligrosos, pero puede que no se hayan evaluado lo suficiente o que no tengan ningún beneficio real.
Debe consultar a su médico antes de comenzar una terapia alternativa. Si el médico piensa que la terapia puede ayudar y no es peligrosa, ésta puede llegar a ser parte del tratamiento regular.
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¿QUÉ INVESTIGACIONES SE ESTÁN HACIENDO SOBRE LA ARTRITIS REUMATOIDE?

Los científicos están haciendo investigaciones en muchas áreas relacionadas con la enfermedad; entre éstas:
  • sistemas inmunológicos
  • genes
  • familias que tienen artritis reumatoide
  • la forma en que las hormonas interactúan con el sistema nervioso y el inmune
  • agentes infecciosos, como los virus y las bacterias
  • registros de investigación (recolección de datos de los antecedentes médicos y familiares de personas con artritis reumatoide)
  • artritis reumatoide y el embarazo
  • nuevos medicamentos o combinaciones de medicamentos
  • la calidad de vida de las personas que tienen esta enfermedad.


¿QUÉ MÁS PUEDE USTED HACER?

Además de tomar las medicinas apropiadas el ejercicio es muy importante en el manejo de los síntomas de la artritis. Los ejercicios diarios, tales como caminar o nadar, ayudan a mantener las articulaciones en movimiento, reducen el dolor y fortalecen los músculos alrededor de las articulaciones. El descanso también es importante para las articulaciones afectadas por la artritis.
Hay tres tipos de ejercicios recomendados para las personas con artritis:
Ejercicios de movimientos amplios (por ejemplo, bailar) ayudan a mantener el ovimiento normal de las articulaciones y alivian la rigidez. Este tipo de ejercicios también le ayudan a mantenerse flexible.
Ejercicios de fortalecimiento (por ejemplo, entrenamiento con pesas) ayudan a mantener o aumentar la fortaleza de los músculos. Los músculos fuertes pueden ayudar a apoyar y proteger las articulaciones afectadas por la artritis.
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Ejercicios aeróbicos o de resistencia (por ejemplo, montar en bicicleta) mejoran el estado cardiovascular, ayudan a controlar el peso y mejoran la función general. Algunos estudios muestran que los ejercicios aeróbicos también pueden reducir la inflamación en algunas articulaciones.
Además del ejercicio, algunas personas han encontrado otras maneras para ayudar a liviar el dolor alrededor de las articulaciones, tales como la aplicación de calor o frío, sumergirse en una tina, nadar en una piscina de agua caliente y controlar o perder el exceso de peso. Controlar el peso es muy importante para las personas que tienen artritis, porque el sobrepeso ejerce presión adicional en muchas articulaciones. La pérdida de peso puede reducir la presión sobre las articulaciones y ayuda a prevenir mayores daños.
Su médico puede aconsejar la cirugía cuando el daño en las articulaciones produce invalidez o cuando otros tratamientos no disminuyen el dolor. Los cirujanos pueden reparar las articulaciones dañadas o reemplazarlas con articulaciones artificiales. En las operaciones más comunes, los cirujanos reemplazan caderas y rodillas.

REMEDIOS DE EFECTIVIDAD NO COMPROBADA

Muchas personas con artritis utilizan remedios cuya efectividad no ha sido probada. Algunos de estos remedios son dañinos, tales como el veneno de serpientes. Otros, como las pulseras de cobre, no producen ningún daño pero también son inútiles. La seguridad de muchos de estos remedios es desconocida.
Algunas personas prueban suplementos dietéticos, tales como la Glucosamina y la Chondroitina, para aliviar el dolor de la artritis. Los científicos están estudiando éstos y otros tratamientos alternativos para averiguar si son efectivos y si no tienen riesgo. Es necesario tener más información antes de hacer cualquier recomendación.
Las siguientes son algunas indicaciones de que la eficacia de un remedio no ha sido comprobada:
  • El remedio se anuncia, como una loción o una crema, que sirve para todos los tipos de artritis y otras enfermedades;
  • El apoyo científico proviene únicamente de una investigación; o
  • La etiqueta no tiene instrucciones sobre su uso o advertencias sobre efectos secundarios.

EJERCICIO, ACTIVIDAD Y DESCANSO: ¿CUÁNTO DEBE HACER?

Durante muchos años, se pensaba que las personas que padecían de artritis debían descansar sus articulaciones para protegerlas contra daños. Ahora, sin embargo, los médicos y terapeutas saben que estos pacientes pueden mejorar su salud y condición física a través del ejercicio (sin lastimar las articulaciones). Una actividad física moderada y habitual ayuda a disminuir la fatiga, fortalece los músculos y huesos, aumenta la flexibilidad y la energía y mejora la sensación de bienestar general. 
Puede trabajar con su equipo de salud para determinar la mejor combinación de ejercicio, actividad y descanso para su dolencia. Cuando se padece de AR, es importante hacer ejercicio para mantener las articulaciones flexibles, los músculos fuertes y el corazón y los pulmones en buenas condiciones.
Cuando una articulación está caliente, dolorida e hinchada, el descanso ayudará a disminuir la inflamación, y los ejercicios de movimientos de alcance general ayudarán a mantener el movimiento de las articulaciones. Su médico o terapeuta puede guiarle sobre la cantidad y el tipo de descanso que necesita. Sin embargo, reducir temporalmente el nivel de actividad no significa suspender todo ejercicio. Usted aún debe ocuparse de la movilidad de las articulaciones realizando ejercicios de movimientos de alcance general, e isométricos para la fortaleza muscular.
Los ejercicios de movimientos de alcance general están concebidos para preservar la movilidad de las articulaciones y usualmente se realizan sin peso. Debe mover las articulaciones a través del alcance total del movimiento, prestando una atención especial al final del movimiento, donde la movilidad podría perderse primero.
Los ejercicios isométricos le pueden ayudar a mantener fuertes los músculos sin mover las articulaciones. Su médico o terapeuta puede enseñarle la manera adecuada de realizar estos ejercicios.
Como no implican movimiento de las articulaciones, estos ejercicios se pueden hacer cómodamente incluso cuando la inflamación está presente. Por lo general, puede continuar con ejercicios acuáticos durante los períodos de agudización, porque la flotación del agua ayuda a proteger las articulaciones y facilita los movimientos.
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Cuando los síntomas estén bajo control, deberá reanudar gradualmente un programa completo de ejercicios que incluya ejercicio aeróbico. El ejercicio cardiovascular es importante para la salud en general, el control del peso, la fortaleza muscular y el nivel de energía. Los programas de bajo impacto para mantenerse en forma, como caminar o montar en una bicicleta estacionaria, son por lo común buenas opciones. Debe consultar con su médico o terapeuta sobre el programa adecuado para usted.

CLAVES BÁSICAS PARA CADA FORMA DE EJERCICIO:

  • Estiramientos. Estire lentamente hasta el punto de molestia leve, sostenga durante 10 a 30 segundos y repita de tres a cinco veces. Dedique al menos diez minutos al día al estiramiento y asegúrese de cubrir todos los grupos musculares principales.
  • Rango de movimiento. Cada articulación debe pasar por todo su rango de movimiento todos los días. Si se produce mucho dolor al doblar la articulación de una manera determinada, conserve movimientos que sean más cómodos. Con el paso del tiempo, trate de aumentar gradualmente la flexibilidad hasta cuando la articulación recupere toda su extensión.
  • Entrenamiento de fuerza. Al levantar pesas, tómelo con calma y lentamente. Puede ser necesario que usted comience con un peso de sólo medio a un kilo (una o dos libras), incluso sin ningún peso. Una vez que usted pueda hacer tres series de 8 a 10 repeticiones con facilidad, incremente el peso de manera gradual.
  • Actividad aeróbica. Disfrute de una caminata enérgica, nadar, trotar o de una clase de aeróbicos. La natación y los aeróbicos acuáticos son opciones especialmente buenas si sus articulaciones están muy adoloridas para caminar. No importa qué actividad seleccione, no se presione demasiado. A lo sumo, su frecuencia cardíaca debe alcanzar alrededor del 60 a 80 por ciento de su máximo.

¿CÓMO LE AYUDAN LOS TERAPEUTAS FÍSICOS Y OCUPACIONALES?

La terapia puede ayudar a la mayoría de los pacientes con AR. Los terapeutas físicos pueden evaluar sus necesidades especiales y enseñarle la manera adecuada de hacer ejercicio para mejorar la movilidad de las articulaciones, la fortaleza muscular y la capacidad aeróbica. Ellos también le pueden proporcionar valiosas instrucciones sobre cómo utilizar eficazmente los tratamientos de calor y frío para reducir el dolor, la rigidez y la hinchazón, así como para facilitar los movimientos. Además, también pueden proporcionarle rehabilitación postoperatoria, férulas, soportes para caminar y calzado ortopédico.
Los terapeutas ocupacionales le enseñan a proteger y utilizar las articulaciones. Ellos también le instruyen sobre cómo realizar las tareas diarias, tanto en el trabajo como en el hogar, de manera que se reduzca el estrés en las articulaciones. Los terapeutas ocupacionales le pueden enseñar formas inteligentes de utilizar su energía, y de planificar las actividades diarias de una manera eficiente. También le pueden enseñar técnicas de relajación.

¿CUÁNDO ES LA CIRUGÍA SU MEJOR OPCIÓN?

Si sufre dolor y discapacidad a causa de un daño severo en las articulaciones, su médico podría sugerirle el reemplazo total de la articulación (llamado también artroplastia total de la articulación). El reemplazo de la articulación le puede ayudar a continuar siendo independiente. Los cirujanos ortopédicos son quienes llevan a cabo estos procesos, que suponen el reemplazo de las partes dañadas de las articulaciones con componentes de metal y plástico. Estas partes se unen al hueso con cemento, o se revisten con un metal poroso o producto químico, que permite que el hueso se una al componente.
Los reemplazos totales de cadera y rodilla son las artroplastias más comunes y más exitosas que se realizan. A éstas les siguen las cirugías de la mano. La mayoría de cirugías requiere rehabilitación postoperatoria obtener el máximo beneficio de la nueva articulación. También pueden asignarle un programa de ejercicios antes de la cirugía para fortalecer los músculos. Toda cirugía de reemplazo de articulaciones debe ser llevada a cabo por un cirujano con formación especializada en este tipo de cirugía.
Típicamente, los médicos prescriben un programa de medicamentos y terapia antes de pensar en el reemplazo de una articulación.

¿PUEDE LA DIETA AYUDAR A CONTROLAR LA AR?

Algunas personas con AR sospechan que ciertos alimentos pueden agravar o aliviar su artritis. Cuidadosos estudios científicos no han logrado probar hasta ahora que los cambios de dieta tengan importancia en la causa o cura de la AR, en la mayor parte de las personas. No obstante, los ácidos grasos omega-3 (hallados en los peces de agua fría) pueden reducir moderadamente la inflamación de la AR, cuando se toman en cantidades suficientes.
Es muy importante mantener una dieta saludable que incluya cantidades adecuadas de proteína y calcio. Durante los períodos de agudización de la artritis, puede perder el apetito y tener tendencia a adelgazar. Durante estos períodos, es importante que se asegure de consumir suficientes calorías. Cuando la artritis esté menos activa o si toma glucocorticoides, es importante que evite el exceso de peso. Consuma sólo cantidades moderadas de alcohol si está tomando aspirina o AINEs, y evítelo por completo si toma metotrexato. Todos los pacientes con AR, y en particular aquellos que tomen glucocorticoides, deben ingerir suplementos de calcio y una multivitamina que contenga vitamina D. Para reducir la pérdida de hueso, podría ser necesaria la utilización de sustitutos de hormonas y/u otros agentes.
Otras prácticas saludables, como someterse con regularidad a reconocimientos médicos y no fumar, también son muy importantes.
Cuando Charlie Jannings, MD, habla acerca del valor del ejercicio, debe tomarlo en serio. Después de todo, el hombre es un Kickboxer. También es el atleta masculino reinante del año en los Big Sky State Games, un evento de estilo olímpico que atrae a miles de habitantes de Montana de todas las edades: ganó 4 medallas de oro en su grupo de edad. En todo y por todo, se puede decir que está en muy buena condición para ser una persona de 75 años de edad.
Un especialista en geriatría y medicina deportiva, Jannings tiene razón para estar obsesionado con el ejercicio. La actividad física es un remedio potente para el dolor crónico causado con frecuencia por la artritis, una condición que aflige a la mayoría de los pacientes que llegan a su consultorio. Cuando los pacientes buscan alivio para su dolor, rigidez de las articulaciones, Jannings ofrece una prescripción general: "los invito a mover las articulaciones cada día de todas las maneras".

YOGA: ALIVIO PARA EL DOLOR DE LA ARTRITIS

Los hallazgos preliminares de las investigaciones sugieren que el yoga puede ser útil para tratar algunas formas de artritis, de acuerdo con la Fundación para la Artritis (Arthritis Foundation). Un pequeño estudio aleatorio controlado, publicado en Journal of Rheumatology (revista de reumatología) en 1994 indicó que el yoga mejoró significativamente la sensibilidad, dolor y rango de movimiento en los dedos de sujetos con osteoartritis en las manos. Otro estudio publicado ese año en British Journal of Rheumatology (revista británica de reumatología) demostró que el yoga fue de utilidad para tratar la artritis reumatoidea.
Disciplina antigua basada en la práctica hindú de la unidad mente-cuerpo, el yoga, combina ejercicios de estiramiento, entrenamiento de fuerza y rango de movimiento con entrenamiento mental y espiritual; la mayoría de las formas incluyen técnicas de respiración y meditación. Como beneficio adicional, dichas técnicas pueden ayudar a la persona a relajarse y aliviar algunas de las tensiones de vivir con artritis.
Debido a que para los practicantes de yoga ancianos puede resultar difícil mantener el equilibrio, los instructores recomiendan a las personas con artritis concentrarse en las posiciones de yoga con la ayuda de una silla, una pared o mientras permanecen acostadas en el suelo.

FUENTES:

Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés)
Institutos Nacionales de la Salud (NIH, según sus siglas en inglés)
American College of Rheumatology/Association of Rheumatology Health Professionals
Arthritis Foundation
(Fundación para la Artritis)
National Institute on Aging Information Center



REFERENCIAS

Entrevista con Charlie Jannings, MD, gerontólogo y médico especialista en medicina deportiva en Billings, Montana.
Entrevista con Barbara Resnick, PhD, enfermera especializada en atención primaria de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Maryland.
Entrevista con Helen Sollins, una paciente con artritis que vive en Baltimore.
Resnick, B. Managing Arthritis with Exercise. Geriatric Nursing. 2001. 22: 143-150.
National Institutes of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases. Health Topics: Questions and Answers about arthritis and exercise. May 2001.
Johns Hopkins Health after 50. Physical Therapy for Osteoarthritis. October 2001.
Fuente:http://www.revista-goandrun.com/revista/articulo/entrenador/corriendo-con-artritis.html

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