Alejandra Rodríguez
Casi podría decirse que los nadadores de alto nivel viven en el agua. Estos atletas recorren entre 6.000 y 10.000 metros en la piscina, seis días a la semana, durante once meses al año. Además, realizan ejercicios de pesas y de elasticidad en seco. Este volumen de entrenamiento hace que la natación de elite tenga un índice de lesiones elevado.
Al contrario de lo que ocurre con
los deportes de contacto, en la natación prácticamente todas se producen por
sobrecarga.
El número de abril de la revista The Physician and Sportsmedicine ha publicado un trabajo dedicado exclusivamente a las lesiones y enfermedades propias de la natación.-«El hombro del nadador».- Es la lesión más frecuente en estos deportistas.
Afecta a músculos y tendones y se debe a la reiteración en la brazada de una postura (el hombro se sitúa por encima de la cabeza) para la que esta parte del cuerpo no está diseñada. Un nadador de alto nivel da al año unos dos millones de brazadas en un medio hostil para el hombre, como es el agua. Así que entre el 40% y el 80% de los nadadores profesionales sufre esta alteración, que se produce sobre todo en los especialistas del estilo crol y en los mariposistas.
En del conjunto de alteraciones que están englobadas dentro del hombro del nadador (que pueden afectar al músculo deltoides, al bíceps largo y al subescapular, entre otros), la más frecuente es la tendinitis del supraespinoso. Es decir, el tendón situado por encima de la columna vertebral se inflama y provoca dolor y tensión muscular, contractura y llega, incluso, a limitar la movilidad articular.
El tendón supraespinoso soporta una fricción en cada brazada que produce un desgaste degenerativo. La reiteración de estos roces altera el riego sanguíneo de la zona, lo que puede ocasionar necrosis. Depurar la técnica puede ayudar a prevenir esta patología. Es importante que la entrada de la mano en el agua se haga lo más lejos posible del cuerpo hacia adelante y que el movimiento de rotación del tronco se sitúe entre los 70 y los 100 grados», explica José
Daguerre, jefe de los servicios médicos de la Federación Española de Natación.
Por otro lado, es fundamental que el nadador respire alternativamente por ambos lados de su cuerpo ya que, de lo contrario, un brazo penetra más profundamente que el otro en el agua. El tratamiento del hombro del nadador puede requerir el descanso de la articulación, la inyección de esteroides y, raramente, la cirugía para corregir la dolencia que se haya hecho crónica.V Rodilla del bracista». Una patada correcta en el estilo de braza requiere que las rodillas se flexionen y las tibias hagan una rotación externa. Este ejercicio produce una distensión del ligamento colateral y lesiones de menisco. Esta lesión suele producirse más por sobrecarga que por errores técnicos, aunque el nadador puede prevenirla procurando alinear las rodillas de tal manera que las piernas se separen la distancia justa que hay entre ambas caderas.
-Tobillo y pie.- La alteración que más afecta a los tobillos y a los pies de los nadadores es la tendinitis. Suele presentarse sobre todo entre los espaldistas y se debe a que en la batida del pie, se realiza una flexión plantar y un estiramiento de los tendones flexores en grado máximo. El tratamiento de este problema es semejante al de cualquier otra tendinitis e incluye ejercicios de flexibilidad y descanso de la zona lesionada.
-La espalda.- Los mariposistas tienen su punto flaco en la zona lumbar. Estos deportistas suelen sufrir alteraciones vertebrales por anquilosamiento (espondilosis) o por deformación de la curvatura de la columna. Muchos acaban padeciendo hiperloordosis lumbar, que es la excesiva curvatura hacia adelante de la zona lumbar. Por otro lado, la postura que muchos nadadores adoptan en las salidas (muy arqueada) puede predisponerles a sufrir problemas de espalda.
Para evitar este problema, se deben fortalecer los abdominales y los músculos que sostienen la zona baja de la espalda.
-Sobreentrenamiento.- En realidad, el Síndrome por sobreentrenamiento puede afectar a cualquier deportista que sobrepasa su capacidad de entrenamiento. Se trata de un problema serio, ya que suele requerir la interrupción de los entrenamientos durante un periodo que puede abarcar unos pocos días o varias semanas.
Normalmente, los deportistas de alto nivel no suelen detener sus entrenamientos. Siempre suele haber alguna alternativa para entrenar sin utilizar la zona que tengan lesionada. Por ejemplo, con un hombro lesionado se pueden hacer ejercicios de piernas dentro y fuera de la piscina o flexibilidad, pero es muy raro que un nadador esté completamente parado», afirma Daguerre.
Debido al enorme abanico de problemas que pueden afectar a un nadador, es importante que la comunicación entre el equipo médico, el entrenador y el deportista sea lo más fluida posible. Sólo así, aseguran los autores del estudio, se podrá completar una buena temporada.
Muy bueno.
ResponderEliminarTengo un compañero que esta sufriendo la inflamacion del supra y su recuperacion le esta llevando mucho tiempo.
Lo malo es que tambien lo afecta en la posicion acoplada de la bici porque se fatiga si se queda mucho tiempo sin levantarse.
Le voy a recomendar tu entrada.
un abrazo
Muy buen blog, de verdad. Ademas me viene muy bien leer estas cosas, porque a mi, cuando nado largas distancias, me suele doler en la parte alta de la espalda del lado derecho, se me contractura mucho, y me gusta leer este tipo de cosas.
ResponderEliminarTe sigo leyendo,
Un saludo.
Hola German, que pena lo de tu compañero, cuesta salir de las lesiones una vez que se instalan en nuestro cuerpo, espero que se recupere pronto.
ResponderEliminarÁngel, bienvenido al este sitio de información y estimulación para seguir en el deporte sanamente.
Saludos.
Muy buenas!
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo. La pena es que no he visto que mi lesión de espalda debido a la natación esté por aquí. Os la comento.
Hace más de un año empecé a nadar todos los días una hora, y sólo nadaba "a cross", para mejorar la espalda por problemas que tenía. Resulta que después de varias semanas, un día me dio un dolor muy fierte en la espalda alta, justo en la columna, entre una vñertebra y otra. Y con el médico, nos dimos cuenta que cuando nadas a cross movemos esos musculos y vértebras.
Pues, después de un año aki en EEUU donde vivo, no he podido quitarme el dolor, me sigue doliendo para todo, no puedo nadar, y no sé qué hacer. Es muy frustrante, y a veces te rindes.
Por eso me alegró encontrar este artículo.
Muchas gracias y ánimo con esas lesiones.
Victor.