jueves, 28 de octubre de 2010

¿Necesito un psicólogo?






Cuando se habla de psicología aplicada al deporte, muchas veces no somos capaces de relacionar ambos conceptos, y enseguida echamos mano del tópico “yo no estoy loco, no necesito un psicólogo”.



En realidad, la psicología del deporte no tiene como fin principal en tratar trastornos o patologías mentales, sino el mejorar la performance del deportista mediante el entrenamiento y la mejora de las habilidades psicológicas.



Desde un punto de vista más pragmático, todos hemos sentido en alguna ocasión la necesidad de emplear nuestros recursos psicológicos o mentales para intentar dar un poco más de nosotros mismos tanto en entrenamientos como en competiciones, desde conseguir la motivación necesaria para ir a entrenar solo en un día frío o lluvioso hasta imaginarnos en la carrera alcanzando nuestros objetivos y cumpliendo los pronósticos que nos habíamos marcado.



Es inevitable hacer referencia a la influencia de la mente en lo que al mundo del atletismo se refiere. Los deportes de resistencia ya tienen de por sí un importante componente psicológico, en base a los umbrales de sufrimiento implicados desde los niveles más amateurs. Existe una dedicación y unos valores intrínsecos a las propias características de la disciplina que nos obligan a mantener un equilibrio constante de nuestra parte física y mental. Por otro lado, es interesante comprobar que a menudo se hace referencia a ese componente psicológico implicado, pero muy pocas veces se reconoce el entrenarlo habitualmente, y ni tan siquiera tenerlo en cuenta en nuestras rutinas de entrenamiento: cuántas veces habremos oído y leído frases del estilo “no estaba concentrado para la carrera”, “los nervios me impidieron rendir al 100%” o “tenía la cabeza en la derrota de la semana anterior”. Y, sin embargo, en qué pocas ocasiones los atletas, clubes o escuelas deportivas reconocerán su apuesta por trabajar estos aspectos de forma directa – con un profesional de la psicología del deporte – o indirecta – mediante trabajo consciente guiado o supervisado –.



Por tanto, es imprescindible cambiar nuestra imagen de la psicología del deporte empezando por hacer presente su relevancia en el día a día del atleta como una parte más de su entrenamiento, teniendo en cuenta sobre todo los grandes progresos que se pueden alcanzar con un pequeño entrenamiento habitual de nuestras habilidades psicológicas, no únicamente como entrenamiento per se, sino complementándolo e incluyéndolo en nuestras rutinas físicas diarias.



Alberto Gómez Trabazos

Psicólogo del deporte y coach

teknosmentaltraining.com

Fuente: Foroatletismo.com

2 comentarios:

  1. En verdad tienes mucha razón,algunas veces es casi tan importante como darse masajes sin necesidad de que nos duela nada,tiene el mismo efecto positivo y preventibo.
    Un saludo campeón.

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  2. estoy de acuerdo con caxaira. Aunque yo creo que para el resto de personas, que creen que estamos locos, si que lo necesitamos siempre, jeje.

    Un saludo.

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