sábado, 6 de julio de 2013

Una alta motivación ayuda a rendir más!


Algo de Psicología Deportiva
Un excelente articulo de EL DOC sobre como somos, para analizarse y reconocer nuestra mente.




Además de las capacidades como fuerza, resistencia y flexibilidad, tener algo que se podría denominar como “fortaleza mental”, es requisito indispensable para ser deportista.
Lamentablemente lograr nuestros objetivos nunca es fácil, tanto en entrenamientos como durante las competencias habrá que “meter huevo” y hacer sacrificios…y no todas las personas tienen esa voluntad o esa fortaleza que se necesita…podemos tener a alguien con una genética envidiable, capaz de realizar de forma excelente los gestos técnicos específicos del deporte que practica y con un entrenamiento que en el papel es excelente y no deja nada librado al azar…pero si esta persona se desanima fácilmente ante resultados adversos, si le tiene miedo al dolor físico, si no esta dispuesta a sacrificar parte de su vida personal para dedicarla al deporte, entonces nunca será exitoso.

Un deportista menos talentoso pero con mayor habilidad mental tal vez logre mejores resultados deportivos. Y esto vale tanto para deportes en equipo como para los individuales, tanto para deportistas amateur como elite.
Trabajar ésta fortaleza mental debería ser parte del plan de entrenamiento de cada deportista, no es algo con lo que se nace o no se nace, es algo que se desarrolla, que se entrena y que se mejora con la práctica.


Los puntos a desarrollar son:
1) Autoestima"uno es lo que cree que es"



Una persona con una sólida autoestima es capaz de analizarse objetivamente, reconociendo sus puntos fuertes así como sus debilidades.
El deportista con autoestima no vivirá cada derrota como un golpe a su ego sino que será capaz de analizar los factores que influyeron en la falla y procurará aprender de la experiencia.
El deportista con autoestima podrá separar su vida personal y profesional de su vida deportiva evitando interferencias entre ellas, evitando sentirse presionados por la familia para ganar y evitando que el estrés del trabajo boicotee sus logros.
Con el autoestima viene la confianza en uno mismo, elemento vital para cualquier deportista. Aquel que no esta 100% confiado en sus habilidades y su preparación suele recurrir a rituales y cábalas pre-competencia.
Confianza y autoestima son evidentes cuando un deportista fracasa en lograr una marca por ejemplo pero dice: “ya va a salir”, y lejos de desanimarse continúa trabajando en el objetivo propuesto.
La mejor forma de crear confianza es ver materializarse las metas. Ganar o lograr una marca serían las formas mas evidentes, pero hay otras; realizar entrenamientos claves al ritmo objetivo (por ejemplo si entreno para 800 metros y hago 3 series de 400 al ritmo de carrera con pausas de 20 seg entre cada una, estaré seguro de que el día de la competencia podré cubrir los 800metros a ese ritmo), evaluar rendimiento en competencias previas (si corrí una 5k hace 10 días a tal velocidad puedo estimar a cuanto haré una 10k mañana)
En el desarrollo de la confianza el entrenador juega un papel importante… es común ver como los entrenadores de equipos les dan sermones acerca del mal rendimiento que están teniendo y “que se pongan las pilas y empiecen a jugar enserio” estos sermones además de ser nada constructivos pueden ejercer un efecto negativo, si el jugador constantemente escucha que es un inútil y juega mal al final “se la termina creyendo” y va a jugar mal. 


Además los entrenadores deben ser cuidadosos, no solo con las palabras que usan sino con los gestos y actitudes, algunos atletas tienden a depositar toda su confianza en ellos, cuando tienen éxito no dudan en otorgarle la mayor parte del mérito a quien fue el encargado de su preparación o dirección técnica,… pero cuando fallan son pocos los que culpan al entrenador, se culpan a si mismos y aparecen pensamientos de “le fallé”, “no estuve a la altura”, etc, a veces el fracaso se sufre mas por haber decepcionado al entrenador que por el hecho de no haber logrado la marca y esto es mas evidente en juveniles quienes aun no son tan independientes y tienden a buscar figuras parentales en cada aspecto de su vida.


3) Tolerancia a la frustración y manejo de las emociones
“si te caes 10 veces, te levantas 11”

 

Debe ser el punto mas difícil de desarrollar, acá influye mucho la educación que se recibe desde niño…(si se nos “malcria” de chicos dándonos enseguida cuanta cosa demandemos, es mas probable que lleguemos a adultos con una muy baja tolerancia a la frustración), también influyen características de la personalidad de cada uno; personas ansiosas y poco pacientes tienen menos tolerancia a la frustración, y por supuesto, personas con baja autoestima también.
Un deportista con baja tolerancia a la frustración se reconoce porque se enoja muchísimo cuando pierde, busca excusas y culpables en vez de explicaciones (me mató el calor….fulano se me atravesó todo el tiempo, el juez cobró todo mal, fulano nunca me dio un pase bien hecho, etc.), cambia de entrenador con frecuencia porque “ninguno me sabe entrenar”, etc.
Es lo opuesto a un deportista con "locus de control interno"(aquel que atribuye sus logros y derrotas a si mismo en vez de a factores externos). No hay deportistas exitosos que no tengan esto, todo buen deportista asume sus fracasos, pero también sabe reconocer como corresponde sus victorias.
Jamás debemos permitir que emociones negativas como enojo y frustración dominen nuestras actitudes, además de incitar a conductas antideportivas (como agresiones hacia otros atletas o comentarios fuera de lugar) estaremos gastando energía inútilmente, dejando de enfocar nuestra atención en el juego o en la carrera y obviamente esto se verá reflejado en el rendimiento


3) Perseverancia
“un gesto que se repite un millón de veces, algún día llegará a ser perfecto”


Los logros no llegan de un dia para el otro, exigen trabajar mucho tiempo, soportar sesiones largas y duras, hacer sacrificios en la vida personal evitando el alcohol y las salidas nocturnas, madrugar los domingos, soportar derrotas en competencias, soportar la incertidumbre mental de si los objetivos serán logrados, etc.
La perseverancia suele ser innata, pero también se puede desarrollar y mejorar.
Se reconoce al deportista que será exitoso porque es aquel que nunca abandona un entrenamiento aunque esté muy fatigado, e aquel que jamás abandonó una competencia aunque fuera último y sin posibilidad de repuntar, son aquellos que no se rinden hasta el final, que no dan nada por perdido hasta que termina el partido y que dan el maximo pese a factores internos como fatiga o pese a factores externos como mal clima, árbitros adversos, hinchada del oponente, etc.


4) Disfrute
“ No hay mayor placer que ser el mejor en lo que mas me gusta”


La práctica deportiva tiene su origen en la diversión, el disfrute se empieza a perder cuando el niño incia un entrenamiento con objetivos competitivos.
Cuando alguien le pregunta al deportista ¿Por qué entrena? La respuesta mas rápida debería ser “porque me gusta!”…muchas veces el deportista de elite deja de tener esto en cuenta cuando aparecen los sponsor y las presiones por rendir….pero tambien a nivel amateur puede verse que se pierde el disfrute y aparece el tedio y la rutina, el entrenamiento se vive como una obligación (que encima no es satisfactoria) y los resultados en competencia pasan a ser el centro de todo…acá hay que tener cuidado, porque es en este contexto que empiezan los problemas de motivación, de autoestima y obviamente esto se verá reflejado en el rendimiento entrando así en un circulo vicioso para nada beneficioso. Un signo de alarma es cuando al acercarse la fecha de la competencia el deportista empieza a mostrarse inseguro, con miedo, o agresivo… un deportista que disfruta lo que hace sí estará nervioso y ansioso pero será de una forma positiva, anhelando la fecha pese a las dificultades que sabe que tendrá, deseando que llegue el momento de demostrar para que trabajó tanto, en vez de temerle y generarle estrés por miedo al fracaso
Obviamente que en competencia se sufre..a nadie le gusta el dolor de pantorrillas que tenes en los últimos 200 metros de un 800mt…a nadie le divierten las ampollas en los pies al otro día de un ironman…pero el proceso del entrenamiento se debe disfrutar, el entorno de la competencia debe ser disfrutable, hay que darse un tiempo para saborear las victorias, son todas cosas que nos incitarán a volver al otro día, ponernos las zapatillas y retomar el entrenamiento.
El atleta gana porque se divierte. (no te olvides nunca de ésta fórmula)


5) Manejo de los pensamientos

“El cuerpo hace lo que la mente le dice que haga”

 

Los deportistas saben lo poderosa que es la mente a la hora de rendir. Si pensamos que podemos es mas probable que lo logremos. El atleta que empiece su preparación diciendo “yo nunca voy a poder llegar al top 10” ya de pique se esta limitando su potencial de rendimiento.
Tampoco es cuestión de pensar en grande y delirar, acá entra el primer punto (autoestima), es ponerse una meta realista acorde a las capacidades de cada uno y convencerse de que se va a lograr el objetivo.
Y tampoco es cuestión de pensar que la influencia de la mente hará la diferencia a la hora de la competencia…una alta motivación realmente ayuda a rendir más, pero nunca es sustituto para una buena preparación física, técnica y nutricional.


Palabras finales y me voy a correr:Cada vez mas deportistas reconocen la importancia de la psicología en su preparación para la competencia. No debería ser raro dentro de unos años ver psicólogos deportivos trabajando a la par de los entrenadores, los médicos, los kinesiólogos y los nutricionistas..todo en un plan de entrenamiento integral del deportista que obviamente asegura mejores resultados que si solo se limita a lo físico y lo técnico.






Fuente:http://correruruguay.blogspot.com



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