jueves, 8 de agosto de 2013

A saber de nuestros pies.




DEDOS EN MARTILLO


También conocidos como dedos en garra o dedos en mazo, son una deformidad en la que uno o más dedos del pie se flexionan y encorvan adquiriendo la apariencia de una garra.

Este problema casi siempre afecta al segundo dedo, aunque también pueden verse afectados otros, con lo que los más pequeños se doblan y aprietan entre sí provocando graves problemas al caminar y colores continuos y muy molestos.

Debido a la curvatura del dedo, es común que aparezca un ojo de pescado en la parte prominente de la flexión, que ocasiona intenso dolor al presionar el nervio, lo que sucede con el uso de cualquier zapato.

Este problema puede empezar desde la infancia y puede ser provocado por alguna anormalidad hereditaria en la alineación de los huesos del metatarso y el alargamiento excesivo de la articulación.

Sin embargo, también puede aparecer en la edad adulta y es provocado casi siempre porque el calzado no ajusta de manera correcta. Este problema es más frecuente en personas que utilizan tacones altos, ya que el peso se distribuye de forma irregular entre los dedos.

Cuando se ven afectados todos los dedos de ambos pies, podemos deducir que es debido a un desplazamiento anterior de la línea de gravedad, donde hay una tensión permanente en los músculos anteriores del pie, pierna y muslo, y los dedos adquieren esa postura para compensar y mantener el equilibrio.

El dedo de martillo también puede presentarse como consecuencia del deterioro muscular y nervioso que ocurre por ejemplo en casos de diabetes, accidentes cerebrovasculares, trastornos neurológicos como la ataxia de Friedreich, por el acortamiento del talón de Aquiles o por una debilidad del músculo tibial anterior, cuyos tendones cruzan el dorso del pie. En muchos casos, este problema se asocia con callos, artritis y obesidad. —

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