lunes, 26 de septiembre de 2011


Experiencias místicas del ultrarunner


En los últimos años, se ha producido un “ultrarunner boom” entre gente de todas las edades y clases sociales. El “deporte del ultrarunning” consiste en un grupo de personas (a veces también en solitario), que corre a lo largo de un circuito más o menos marcado, muchas veces entre la naturaleza más extrema: montes, valles, ríos… y meteorología muy variada, desde el sol más brillante al viento más cortante, pasando por la lluvia más refrescante.
Para muchas personas, el ultrarunner es un “loco”, que está en una búsqueda constante. Quizás un infeliz o un incomprendido. No obstante, para algunos de ellos, es mucho más que simplemente empujar al cuerpo más allá de lo que normalmente se considera posible. Para muchos, el ultrarunning va acompañado de experiencias místicas, comparables a las vividas durante rituales indígenas. La fatiga experimentada no es únicamente el agotamiento muscular más puro, sino que entran en juego numerosas formas diferentes de fatiga, como por ejemplo factores bioquímicos (energía), fisiológicos (hormonas), o mentales (emociones); cada una de ellas relacionada e influenciada por las otras, convirtiendo la experiencia de correr durante largas horas en una vivencia global y única.
Pocas personas deciden de primeras convertirse en ultrarunners. No hay dinero ni fama en juego, ya que la mayoría de ellos pasan desapercibidos en nuestra sociedad. Casi por casualidad, la mayoría se van convirtiendo en ultras después de haber participado en una o varias pruebas de larga distancia, buscando volver a experimentar la sensación de conexión y paz con uno mismo, entrando en un espiral de superación con límites insospechados. Pocas horas después de finalizar la prueba, la mayoría experimenta una motivación inevitable de volver a superarse.
¿Qué diferencia existe entre las experiencias vividas en el ultrarunning y las vividas por un corredor de 10.000 o un ciclista de resistencia? Resulta difícil de decir, aunque para algunos autores (Dietrich, 2003., Noakes, 1991.) correr durante largas horas es un ejercicio de mucho impacto biomecánico, participan los músculos de las extremidades inferiores y superiores (llevar la mochila, movimiento de los brazos…), y aumenta la actividad del corazón, el metabolismo y las glándulas adrenales durante largas horas, consiguiendo entrar en un estado de óptima actividad de las funciones vitales de supervivencia. Para algunos competidores, el ciclismo o la natación de larga distancia son muy parecidos, aunque ejecutar el movimiento de caminar o correr es el que más implica todas las funciones vitales porque es el gesto deportivo más conocido por nuestros genes.De todas formas, las experiencias relatadas por muchos IronMan o ciclistas de fondo, demuestran que pueden llegar a estar a la altura e incluso superar experiencias de personas únicamente corredoras. La práctica supera la teoría, una vez más.
Sea cual sea el deporte elegido, la superación constante del límite, mantener un ritmo cardíaco ligeramente elevado, la respiración continuada, el metabolismo aumentado, etc. durante largas horas, provoca una ligera saturación del cerebro, que pierde la posibilidad de recibir, procesar y responder a las sensaciones de forma correcta. Provoca que, durante la competicion, la activación de áreas cerebrales sensoriales (visión, audición…) esté claramente alterada en el ultrarunner, favoreciendo la vivencia de una experiencia de pura relación con el todo, un estado de paz y de máxima desconexión. Como dicen algunos, correr una larga distancia es como hacer un “reset” cerebral.
Fuente:mybestchallenge

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho esta entrada.
    Los ultrarunner serán vistos como locos, pero creo que el acercarse a los límites del cuerpo y de la mente como se acercan muchos de ellos les hace tener un punto de conocimiento y fortaleza que no tenemos los demás.

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  2. Se podria decir mas alto, jejeje!!1 pero no mas claro... Buen articulo.

    Lo comparto en mi FB.

    Un Saludo

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  3. Gracias Pinguina, se que estas en el apasionante mundo trial.
    Gracias Jon, encantado de tenerte por aquí

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