miércoles, 15 de agosto de 2012

Por qué un corredor blanco seguramente no ganará jamás los 100 metros lisos



Diversos estudios aseguran que la fisiología de los atletas negros les permite rendir más y de forma más eficiente que los caucásicos


A lo largo de casi toda la historia deportiva, los atletas negros -entre ellos Bolt, el más veloz del mundo- han copado las mejores marcas tanto en las pruebas de velocidad como en las de resistencia. De los 500 mejores tiempos registrados en los 100 metros lisos, tan solo seis corresponden a atletas blancos, mientras que en las maratones reinan los atletas keniatas.
Muchos científicos se han preguntado si detrás de esta supremacía se esconde alguna explicación fisiológica. A tenor de los resultados arrojados por varios estudios recopilados en el blog «La bitácora del Beagle», la respuesta parece ser afirmativa.
Según algunos mitos populares, la altitud a la que viven, su dieta o factores como que los niños recorran corriendo el trayecto a la escuela son los ingredientes que durante años han sustentado la supremacía keniata en las pruebas de fondo. Sin embargo, el trabajo del fisiólogo sueco Bengt Saltin apunta a que la causa se encuentra en la habilidad que poseen estos atletas para resistir la fatiga.
Los estudios de Slatin han demostrado que los atletas procedentes de la región de Kalenjin son capaces de correr una distancia un 10 por ciento mayor que la que recorren los europeos con la misma cantidad de oxigeno y sin que su cuerpo comience a sufrir los estragos del ácido láctico. Esto parece deberse a que los corredores africanos poseen menos masa muscular -y, por tanto, menos peso- en los gemelos, lo que hace que empleen menos energía en mover sus piernas, lo que les convierte en corredores mucho más resistentes.
En lo que respecta a las pruebas de velocidad, donde reinan los atletas procedente del África occidental y sus descendientes de EEUU, Jamaica o Bahamas, el secreto parece estar en que poseen un porcentaje mucho mayor que el resto de las personas de fibras musculares blancas, o de contracción rápida, especializadas en producir energía de manera rápida y explosiva sin recurrir al oxígeno.
Este tipo de músculo les permite desarrollar grandes velocidades en un corto espacio de tiempo, a pesar de ser más altos y pesar hasta 30 kilos más que los atletas de fondo. Sin embargo, su capacidad para afrontar largas distancias está mucho más limitada.
En lo que respecta a las personas de raza caucásica, su índice de fibras blancas es mucho menor que la de los corredores negros, lo que limita en gran medida su capacidad para desarrollar altas velocidades. Lo malo es que el entrenamiento intenso, aunque ayuda a mejorar, hasta el momento no ha demostrado que pueda ayudar a crear más fibras blancas.

2 comentarios:

  1. Qué interesante! es fácil imaginarse que tienen más capacidades viendo los resultados, pero parece que la ciencia ahora también lo demuestra

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  2. Gracias Celina por tu aporte.
    Saludos

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