jueves, 16 de julio de 2009

La alimentación en la bici







Estadisticas y contadores web gratis


En el Tour de 2006 Óscar Pereiro atacó guiado por los sabios consejos de Perico Delgado mientras los otros comían. A él le salió bien y consiguió ganar la etapa, pero se arriesgó a quedarse sin energías y sufrir la pájara del ciclista. Dicha pájara es una bajada en la cantidad de glucosa que tenemos en la sangre.

La glucosa de la sangre es importantísima, ya que es el alimento que prefieren nuestras neuronas. De ellas depende que los músculos se activen, y, si las negamos el alimento, ellas nos niegan el movimiento. La glucosa de la sangre la pone el hígado, de sus 70 gramos de reserva.

A las intensidades de ejercicio que pedalean los ciclistas en una etapa llana (70% de su capacidad aeróbica máxima) sus músculos oxidan medio gramo por minuto de la glucosa del hígado y las piernas tienen para unos 140 minutos de ejercicio. Si los ciclistas del Tour pasan más de tres horas de pedaleo intenso sin ingerir nada de carbohidrato llegan a un punto sin retorno. La pájara aparece y terminan la etapa remolcados por sus compañeros y los coches escoba. Por ello, los ciclistas comen y comen cuanto pueden en la bicicleta.

La estrategia nutricional es muy sencilla: come tanto carbohidrato como tu estómago pueda vaciar. La nutrición deportiva les aconseja tomar carbohidratos disueltos en agua, pues así también se rehidratan. Bebidas con concentraciones de carbohidratos por encima del 12% se vacían más lentamente que las que tienen entre 6% y 8%. Por eso los geles y barritas hay que tomarlos con agua para que se disuelvan.

El carbohidrato es un combustible primordial para las piernas del ciclista, pero es que, además, tiene un efecto en su cabeza. Se ha observado que sólo con que los ciclistas se enjuaguen con una bebida con carbohidratos, sin ingerirla, mejoran un 3% sus tiempos en una contrarreloj simulada. Parece ser que tenemos sensores en el paladar conectados con el cerebro que al comer carbohidratos se activan y producen un efecto desfatigante.


Ricardo Mora es fisiólogo del Ejercicio de la Universidad de Castilla-La Mancha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario