El masaje para recuperarte

Cada vez son más las personas que realizan algun tipo de actividad física: ciclismo, jogging, natación, etc. Los motivos por los que la gente hace deporte son múltiples: diversión, estar en forma, disponer de mayor tiempo de ocio, prescripción del médico, etc.



Al realizar movimientos, provocamos que la musculatura se contraiga. Un ejemplo de contracción muscular puede ser cuando aplicamos esfuerzo a los pedales para mover la bicicleta (intervienen básicamente los músculos de las piernas: cuádriceps, isquiotibiales, gemelos, glúteos). El mantenimiento del cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante (posición aerodinámica), también crea una tensión o contracción muscular en la zona lumbar. La mayoría de los movimientos del ciclismo implican contracciones concéntricas (el músculo se acorta cuando se contrae).



Realizar de manera repetitiva y continuada salidas en bicicleta puede provocar fatiga y sobrecarga muscular. El músculo va perdiendo la longitud que tenía inicialmente y se hace más corto. Un acortamiento muscular limita los movimientos haciéndolos menos amplios. Cuando el deportista ha de superar grandes esfuerzos (por ejemplo mover un gran desarrollo: 52 x 12) se producen unos pequeños microtraumatismos o roturas de las fibras musculares. Si a todo esto le sumamos: entrenamientos excesivos, recuperación o descansos insuficientes, problemas anatómicos como por ejemplo en la práctica del ciclismo tener una pierna más corta que otra y vicios erróneos (mala alimentación, altura del sillín incorrecta, pedalear con las rodillas hacia afuera, etc.), muy posiblemente esto provocará la aparición de lesiones y otros problemas: tendinitis, contracturas musculares, descenso del rendimiento, etc.



El masaje consiste en unas técnicas ejecutadas por un terapeuta profesional utilizando generalmente la mano como instrumento de trabajo, aunque también puede ayudarse de algunos aparatos externos. En el mundo del deporte se aplica el masaje deportivo, pero también existen otros tipos de masajes: higiénico, curativo y cosmetológico. Gracias a esta terapia puede combatirse la fatiga y recuperar la capacidad de trabajo después de los entrenamientos y la competición. Los beneficios del masaje influyen en los sistemas vascular, linfático, nervioso, muscular, la piel y los órganos internos. Consulté un libro sobre la historia del Tour de Francia y me sorprendió leer que en el año 1903 el primer ganador, Maurice Garin, ya disponía de masajista. También Fausto Coppi fue de los primeros corredores en cuidar la preparación, alimentación, material, etc.



En ciclismo, el tipo de masaje varía según la clase de deportista (pista, esprinter, escalador, etc.). Se debe comenzar por la espalda y se continúa por las piernas (la parte donde se debe emplear más tiempo). Debe haber una dedicación especial a las siguientes zonas: músculos de las piernas, de la pelvis, zona lumbar, articulación del tobillo y articulación tibiofemoral. Los movimientos a utilizar serán: presiones, deslizamientos, amasamientos, fricciones, rodamientos, vibraciones, movilizaciones y estiramientos.



A nivel profesional el papel que juega el masajista es muy importante ya que a través de sus manos sabe como se encuentra el ciclista y de alguna manera se convierte en un confidente de las preocupaciones y problemas que sufre el corredor. En mi corta experiencia profesional como quiromasajista, he tenido la satisfacción de poder comprobar como personas con distintas patologías han experimentado una gran mejora que ha repercutido en una mayor calidad de vida.





Autor: Club Ciclista Gràcia.