lunes, 8 de diciembre de 2014

La importancia de los cascos en los deportes de aventura



El casco es un equipo de protección individual (EPI) fundamental dentro del equipamiento personal. Nos protegerá de posibles golpes, de la caída de objetos y facilitará, en caso necesario, la sujeción de un sistema de iluminación.
Características
Es imprescindible que el casco haya sido diseñado específicamente para la práctica de deportes de montaña y que cumpla con la directiva europea. La marca CE fue establecida por la Comunidad Europea, para certificar que un producto cumple con los requisitos legales y técnicos en materia de seguridad. El marcaje CE siempre es sinónimo de calidad y seguridad.
El casco se compone de dos partes principales, una carcasa exterior fabricada generalmente en plástico tipo ABS o policarbonatos, entre otros, y un atalaje interior compuesto de una serie de cintas textiles de poliéster, o bien de una espuma de poliestireno expandido. Los formados por cintas, absorben la energía generada durante un impacto, gracias al espacio existente entre las cintas y la carcasa exterior. Los de espuma, al carecer de este espacio, absorben la energía gracias a la deformación y el aplastamiento de la espuma.
De forma más detallada, el casco está formado de las siguientes partes: (1) Carcasa; (2) Sistema de sujeción del contorno de la cabeza; (3) Clips de regulación del contorno de la cabeza; (4) Hebilla de cierre y ajuste del barboquejo; (5) Regulación delante-detrás del barboquejo; (6) Pieza de fijación del sistema de sujeción del contorno de la cabeza; (7) Ganchos para la fijación de una linterna frontal; (8) Pieza para la fijación de una pantalla de protección.
Colocación
Ajustar el casco al contorno de la cabeza mediante las hebillas y cintas de regulación. Tras el ajuste, para obtener una correcta protección, el casco no deberá moverse hacía delante, atrás o lateralmente. Ajustar el barboquejo mediante las hebillas y cintas de regulación y cerrarlo siempre. Es imprescindible que el barboquejo se encuentre bien ajustado y cerrado para evitar el riesgo de que el casco se salga de la cabeza durante un fuerte impacto.
PRECAUCIONES
El casco siempre debe tener la talla adecuada. Para saber la talla correcta en cada caso, medir el contorno de la cabeza a la altura de la frente, con la ayuda de un flexómetro de material plástico o textil. Generalmente, todos los modelos de casco se comercializan en diferentes tallas.
No exponerlo a temperaturas extremas o agentes químicos como disolventes, adhesivos o pinturas, entre otros.
Para su limpieza y desinfección utilizar sólo agua y un detergente neutro. Posteriormente secarlo a la sombra en un lugar ventilado.
Almacenarlo en un lugar seco y al abrigo de los rayos UV.
Sustituirlo si sufre un fuerte impacto aunque no presente daños aparentes, ya que pueden haberse producido roturas internas, no visibles a simple vista, que reduzcan la resistencia del casco.
Tratarlo con cuidado, no golpearlo, comprimirlo, dejarlo caer o sentarse encima.
Cada fabricante está obligado a especificar cuál es la vida potencial de sus productos, en un casco de la marca Petzl, la vida útil es como máximo de 10 años a partir de la fecha de fabricación. Tras este período deberá destruirse para impedir una futura utilización. No obstante, la vida útil puede reducirse a un solo uso en caso de que el casco sufra algún tipo de daño.
Hay que revisar antes de cada uso su estado general y realizar periódicamente revisiones más minuciosas. Al igual que con el resto de los equipos de protección individual (EPI), especialmente si son utilizados por más de una persona. Es importante registrar los resultados en una ficha de seguimiento del producto, que nos permita mantener la trazabilidad del casco a lo largo de toda su vida útil.
Para realizar un correcto mantenimiento del producto siempre se deberá consultar su anual o ficha técnica.
TRUCOS E IDEAS
Antes de adquirir un casco es importante conocer su fecha de fabricación, ya que su vida útil es como máximo de 10 años a partir de dicha fecha. Ésta siempre estará registrada en algún lugar del casco, generalmente en un adhesivo o grabada sobre el plástico. Además, algunos fabricantes incluirán junto a ella, otros caracteres que nos ofrecerán información adicional sobre el proceso de fabricación.
Elegir un casco ligero, con un sistema de regulación rápido y sencillo y que se adapte bien a la forma de nuestra cabeza. Valorar siempre, en función de las condiciones climáticas del lugar de utilización, que existen modelos con mayor o menor cantidad de agujeros de aireación.

Autor
Sergi Muñoz
Sección barrancos y espeleologia

Fuente:http://www.raidaventura.org/articles/d7VT7m73hG

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