Corrección postural y salud en la columna

Cada vez más veces escuchamos a nuestro alrededor comentarios como: ¡Ay…tengo los riñones cargadísimos! ¡Qué tensión tengo en el cuello! Me duele la cabeza… Así podría enumerar infinitas expresiones.

Si analizamos nuestro día a día, nos damos cuenta, que según evolucionamos en tecnología,retrocedemos en nuestra salud y cuidado físico.

Cada vez hay más formas de comunicarnos con nuestros amigos de manera no presencial, sentándonos a charlar frente a un ordenador, haciendo la compra on-line, sustituyendo la salida al parque, a los columpios, la bici, los patines, por los videojuegos. Los trabajos que abundan a día de hoy, son sedentarios, postrados ante un ordenador durante muchísimas horas o de pie en posiciones que para la columna no son nada saludables.

Soy entrenadora personal desde hace muchos años y, desde mi experiencia, he aprendido que de igual forma que irremediablemente sacamos tiempo (obligados) para hacer una rehabilitación cuando tenemos una lesión, y somos capaces de ir cada día al fisioterapeuta a realizar nuestra rutina de ejercicios para ese tobillo, podríamos sacarlo para cuidar un poquito nuestra forma física.

¿Por qué no, de forma razonable, sacamos ese conjunto de minutos y los empleamos para corregir nuestra posición y vigilar nuestra espalda, con una pequeña rutina de ejercicios?

Podríamos tener una espalda fortalecida y sana dedicándole 15 minutos al día, con la rutina de ejercicios adecuada y diferenciada para cada persona y caso.

No es igual una persona que carga sacos, que otra que pasa su larga jornada sentado frente al ordenador. Ambos deben cuidar su espalda de diferentes formas: el primer caso, debería compensar esa actividad laboral con otro tipo de movimientos y estiramientos para evitar ese desgaste y tensión acumulada. El segundo caso, debería fortalecer y relajar otras zonas de su columna, que pasan largas horas sufriendo sentados frente al ordenador mediante una tensión isométrica.

También es verdad que sólo nos activamos cuando saltan las alarmas y somos poco precavidos. Hasta que el médico nos diagnostica algo malo, pensamos que a nosotros no nos puedes pasar, y cuando pasa, tal vez es demasiado tarde, o más difícil corregir.

Consejos para evitar dolores y lesiones en la espalda:

1. Busquemos adoptar, durante el mayor tiempo posible, una posición adecuada, manteniendo la espalda recta cuando estamos sentados sin dejar que nuestros hombros se vayan hacia delante y apretando la tripa con los hombros hacia atrás a modo de percha cuando estamos en pie.

2. Cuando estemos esperando de pie durante un tiempo prolongado, vamos a intentarrepartir el peso en ambas piernas, así evitaremos descompensaciones en la columna vertebral.

3. Observarnos en el espejo de perfil y mirar la posición de nuestros hombros, si estos caen hacia delante, si la espalda se arquea mucho hacia fuera en la zona lumbar, si mi cuello se desplaza hacia delante… Debemos estar atentos y corregir estas posturas.

4. Una vez que vemos hacia donde degenera nuestra columna al mirarnos en el espejo, simplemente con intentar cambiar esa posición enderezándonos, ya estamos en el comienzo de la mejora, ese es el primer ejercicio, realizar ese pequeño esfuerzo de cambiar nuestra posición. Al principio, uno se siente extraño y cree que todo el mundo le mira como si caminase forzado, pero no es así, realmente el esfuerzo por ir anatómicamente correcto lo llevamos nosotros.

5. Tener claro e informarse de qué ejercicios debemos realizar para la corrección postural a nivel individual y realizarlos a diario.

6. Introducir en nuestros hábitos y rutinas diarias, la actividad física, luchando durante al menos media hora contra el sedentarismo impuesto por la sociedad.

Para que visualicemos, de forma sencilla, lo que sucede en nuestra columna con la falta de ejercicio y tono muscular, vamos a pensar en aquella vez que nos pusieron una escayola, o se la pusieron a alguien cercano, ¿qué sucedió en esa zona del cuerpo cuando fue retirado el yeso? Esa mano o pierna era mucho más fina, delgada y sin fuerza que al poner la escayola, ¿verdad? Pues eso es lo que le sucede a nuestra columna con la falta de tono y trabajo especifico, se debilita y no sostiene la estructura ósea.

En el momento que nuestra espalda no tiene músculo que la sujete, las vértebras se aproximan más entre ellas creándonos presión en los discos intervertebrales de diferentes formas, llegando a pinzar el sistema nervioso, (médula espinal) provocándonos fuertes dolores.

Desde mi experiencia y trabajo día a día con las recuperaciones y entrenamientos personales os animo a que no esperéis a sentir grandes molestias, ni a ser diagnosticados con lesiones importantes de columna. Sé que estamos muy liados con trabajo, niños, la casa, etc. Pero, ¿has pensado alguna vez en todo lo que te puede quitar una mala lesión o fuerte dolor de espalda?

Piénsalo por un momento, merece la pena.

Fuente .http://trainido.com